Como no creemos en dioses ni demonios (aunque respetamos al chupacabras, al pombero y a la luz mala), nuestro panteón personal lo conformamos con personajes que seguramente hubieran entregado su alma a cambio del talento y la inspiración. No fue necesario, porque les era propio y natural.
Entre esos ángeles custodios que elegimos figuran Astor Piazzolla, Johnny Cash, John Lennon, Atahualpa Yupanqui, Ray Charles, Syd Barrett, Billie Holiday, Tom Jobim, Janis Joplin, Jimi Hendrix, Carlos Gardel, Pichuco Troilo, Miles Davis, Luca Prodan, Bob Marley... y la señora que vamos a invocar hoy.
Rosetta Nubin había nacido en Cotton Plant, Arkansas, el 20 de marzo de 1915 y desde los cuatro años comenzó a cantar y a tocar la guitarra para acompañar a su madre en la iglesia evangélica Dios en Cristo. Esos inicios en el gospel y el spiritual confluyeron con el jazz y el blues cuando la familia se mudó a finales de la década del 20. Allí siguió presentándose públicamente interpretando música religiosa, pero de contrabando hacía jazz y blues, géneros que no estaban bien vistos para una señorita decente.
En 1934 se casa con el pastor Thomas Thorpe y se muda a Nueva York. De su marido tomará el nombre artístico: sister, por ser la mujer del pastor y el apellido ligeramente modificado. Nace Sister Rosetta Tharpe. En 1938 graba por primera vez, con una orquesta de jazz, y tiene un éxito inusitado al presentar un sonido nuevo, mezcla de lo divino y lo profano. Sus shows en el Cotton Club junto a consagrados como Benny Goodman reforzaron su creciente popularidad. De esa época son This train y Rock me.
Durante la guerra grabó uno de los únicos dos temas gospel que se enviaron a las tropas en combate: Strange things happening every day la muestran como la tremenda guitarrista que fue. Ya finalizada la contienda, forma un dúo con la contralto Marie Knight, con quien graba Up above my head.
En los 50, se vuelca totalmente al blues y el público le da la espalda. Se va a Europa de gira, llevada por monstruos como Muddy Waters y Otis Spann, que ya estaban haciendo pie en los pubs británicos. Los ingleses tienen el mérito de haber valorizado a estos artistas estadounidenses de color, dándoles un lugar que no tenían en su propio país.
En 1970, queda inválida luego de un episodio circulatorio. Aún así, seguía tocando y planeando nuevas grabaciones. En la víspera de ingresar al estudio, fallece en 1973. Fue enterrada en una tumba sin nombre en Filadelfia, pero trabajos recopilatorios y de investigación musical le devolvieron el lugar que se había ganado a puro talento. En 2003 se edita un disco tributo Shout, sister, shout. En 2007 fue incorporada al Blues Hall of Fame. En 2008 se realizó un concierto en su honor, se colocó un monumento en su tumba y se declaró el 11 de enero "Día de Sister Rosetta Tharpe" en todo el estado de Pennsylvania.
Sister Rosetta Tharpe - Up above my head
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