jueves, 2 de diciembre de 2010

La banda de mi calle

Mientras escucho Calma pueblo, con la participación de los Mars Volta, escribo la reseña sobre este dúo que hoy por hoy se ha ganado a pulso el honor de llevar el estandarte de la música latinoamericana por el mundo, porque representan mejor que ninguno el momento político, social y cultural que esta viviendo nuestra tierra.

Herederos reconocidos de la protesta bailable de Rubén Blades, quien participa rapeando en otro de sus temas, La Perla, Calle 13 es, ante todo, un grupo de world music, como los ucranianos de Gogol Bordello, el pibito de Nuevo México que inventó Beirut, los gitanos de Kusturica y Bregovich, los mendocinos de Karamelo Santo. Es el sonido del siglo XXI, la voz de la periferia gritándole en la cara a los gringos.

El nombre refiere al domicilio de René Pérez, el Residente, en un barrio de San Juan de Puerto Rico, de donde también es su hermanastro, Eduardo Cabra, el Visitante. Los apodos se deben a que la urbanización  de René estaba cercada por la policía y así los identificaba la guardia al entrar o salir del barrio. Calle 13 descubre una realidad desconocida sobre este territorio semicolonial de habla española que mantiene Estados Unidos en el mar Caribe.

Comenzaron su carrera en 2005, primero haciendo reggaeton y canciones divertidas, para sorprender con Querido FBI, donde condenan el asesinato del líder machetero Filiberto Ojeda Riosen. A pesar de su postura crítica hacia la política yanqui y de irritar a la derecha canalla de todo el continente, arrasan con los premios Grammys y MTV edición tras edición.

Han grabado con Mercedes Sosa, Bajofondo Tango Club, Vicentico, Alejandro Sanz, Nelly Furtado, Café Tacuba, Orishás, Dante Spinetta, Andrés Calamaro, como demostración de lo ecléctico de su estilo.

Su excursión por Sudamérica la plasmaron en el video Sin mapa. De tanto en tanto, bajan a la Argentina. Hace poco estuvieron, marcharon por el esclarecimiento del crimen de Mariano Ferreyra y dieron un reportaje en la televisión pública.

Su último disco se llama Entren los que quieran y arranca con una intro en la que anuncian que es su último trabajo para la Sony. Dos cosas para terminar: estos chicos no son improvisados que la pegaron. Tanto René como Eduardo tienen una sólida formación cultural. La otra cuestión tiene que ver con la inteligencia de usar el sistema que se cuestiona, "explotarlo desde adentro", que es el mismo método que están aplicando los líderes políticos de la región para, de una buena vez, dar vuelta la tortilla.

Calma pueblo
http://www.youtube.com/watch?v=-0DPAiFrWzQ&feature=related

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